Cuando la temperatura sube a niveles peligrosos, todo se resiente, incluidos los coches. Cuando conduces con demasiada frecuencia durante los calurosos meses de verano o aparcas tu coche en una zona sin sombra durante varios días, la parte más resistente de tu coche se daña. Se trata del parabrisas o cristal de tu coche. El cristal está fabricado para resistir colisiones, pero durante los veranos extremadamente calurosos, puede agrietarse o romperse. Cuando esto ocurre, te resultará difícil reparar las lunas de tu coche.
Conozcamos en detalle por qué el calor del verano daña el parabrisas del coche y qué puedes hacer para evitarlo.
Efecto del calor del verano en los parabrisas
Si estás pensando: «¿Cómo puede el calor agrietar un parabrisas?». Pues bien, no sólo puede hacerlo el calor. La rotura o agrietamiento del cristal se produce debido a la fluctuación de los niveles de temperatura dentro y fuera del coche. En otras palabras, cuando hay un cambio rápido de temperatura, seguramente se dañará el parabrisas del coche.
Cuando hay una gran diferencia entre el exterior y el interior del coche, empieza a acumularse presión, lo que hace que el cristal se rompa o se agriete.
El parabrisas de un coche consta de dos piezas de cristal. Entre las dos piezas de cristal, hay una capa de vinilo. Esto evita que la segunda capa del cristal se rompa, y sólo la primera capa recibe todo el daño.
Cuando el parabrisas se agrieta, las fluctuaciones de temperatura agravan el problema. Esto se debe principalmente a que las moléculas de vidrio se expanden cuando hace calor y se contraen cuando hace frío.
Es muy arriesgado conducir un coche con el parabrisas agrietado, ya que dificulta mucho la visión, sobre todo de noche. También hay que vigilar los cambios de temperatura para poder mantener a salvo el parabrisas del coche cuando se produzcan fluctuaciones.
¿Cómo evitar que el calor del verano dañe el parabrisas?
A estas alturas, ya sabes cómo puede agrietarse un parabrisas por culpa del calor. Por lo tanto, vamos a ver las maneras en que usted puede prevenir el agrietamiento suceda.
Aparque el coche a la sombra
Esta es la forma más práctica de evitar que el parabrisas del coche se agriete. Tanto si vas a tu lugar de trabajo, al estadio de fútbol, a un centro comercial o a un restaurante, aparca siempre el coche a la sombra.
Cuando el parabrisas esté astillado, no aparques el coche bajo el sol abrasador. Hacerlo dañará mucho más el parabrisas. Durante el día y los veranos calurosos, debes aparcar el coche en el sótano o en el garaje. Si no, instala persianas para aparcar el coche, que lo mantendrán bien protegido.
Evita los cambios de temperatura
Los cambios de temperatura se producen cuando enciendes el aire acondicionado del coche a un nivel alto, especialmente cuando el coche está al sol. Sí, debes encender el aire acondicionado del coche, pero antes enciende el ventilador para expulsar el aire caliente del interior del coche.
De este modo, el parabrisas se adaptará a la temperatura. También puedes enfriar la temperatura del interior del coche bajando las ventanillas. Después, puedes bajar las ventanillas, encender el aire acondicionado y mantener el parabrisas a salvo.
Lavar bien el parabrisas
Mantener el estado del parabrisas es extremadamente crucial. El mantenimiento del parabrisas es otra forma eficaz de evitar que se dañe, especialmente durante el verano. Pero no lave el parabrisas del coche bajo el sol o cuando el coche esté extremadamente caliente. Si viertes agua fría sobre un parabrisas caliente, se producirán cambios de temperatura.
Esto acabará rompiendo o agrietando el cristal, y el estado será mucho peor si el parabrisas ya tiene arañazos o está astillado. Sería mucho mejor lavar el coche por la noche.
Palabras finales
Cuidar el parabrisas del coche, especialmente durante los calurosos días de verano, es vital. Asegúrate de no poner el coche directamente bajo el sol abrasador o lavarlo con agua fría cuando ya hace calor.
Texto extraído de: https://www.windshieldexperts.com
Foto de Clem Onojeghuo en Unsplash