Los limpiaparabrisas son importantes para la correcta visibilidad del conductor, y por lo tanto para su seguridad
Las escobillas del limpiaparabrisas tienen que estar siempre en buen estado. Su función es barrer la superficie del parabrisas para garantizar la correcta visibilidad del conductor desde el interior del auto tras limpiarlo a través de los difusores de agua. Por tanto, son elementos de seguridad.
Estas están hechas de goma, por lo que son sometidas a desgaste. Con el tiempo y el uso se deterioran hasta ser incapaces de cumplir con su función. También están expuestos al frío, calor, arena, polvo y hasta a las hojas de los árboles que reducen la capacidad de la goma para limpiar.
Su desgaste deja expuesto al vehículo. Y si bien se puede limpiarlas e hidratarlas para mantenerlas operativas, llega un momento en que es necesario cambiarlas. Esto pues su deterioro además de limpiar menos, puede llegar a rayar el parabrisas.
Un indicio para saber cuándo es necesario cambiarlas es escuchar un ruido al pasar el limpiaparabrisas. Esto sucede cuando la goma se endureció y ejerce demasiada presión, lo que impedirá su labor, explica el sitio Autobild.
Si tras barrer quedan partículas, impurezas, marcas de humedad o similares es posible que la goma se cuarteó por el calor o las heladas. Mientras que si al pasar la mano se notan cortes o rugosidades es una señal inequívoca que están desgastadas.
Más allá de estas señales, se recomienda cambiar las escobillas de los limpiaparabrisas por lo menos una vez al año. Sin embargo, dependiendo de la marca y el uso del auto, se puede acelerar el cambio.
Estos deberían cambiarse en un periodo de seis meses si, por ejemplo, el auto duerme en la calle, a la intemperie o un garaje sin techar. Esto significa que el auto está expuesto a las condiciones del clima y por lo tanto afecta de forma directa a sus partes.
Texto tomado de: https://elcomercio.pe