Uno de los peligros de comprar o, incluso, de poseer un coche antiguo es la preocupación de que todo se convierta en óxido ante tus propios ojos y casi no te des cuenta. Tanto si ya tienes un clásico, como si estas pensando en adquirir uno, dale un vistazo a esta guía para ayudarte a revisar y conocer mejor esos lugares a tener en cuenta para evitar sorpresas futuras.
1.Óxido alrededor del parabrisas
El problema de tener una buena junta de goma alrededor del parabrisas es muy simple, si entra humedad por detrás, no puede volver a salir. En un intento por liberarse, empieza a corroer el metal contra el que está pegado hasta que aparece un agujero de óxido. Los signos que delataran el problema pueden ser un abultamiento en las esquinas inferiores de la goma del parabrisas, la aparición de agua en la alfombrilla o un charco en los huecos de los pies debajo del propio parabrisas. La mejor solución es sacar el parabrisas por completo e inspeccionar los daños. Es posible que tengas suerte y la reparación no sea muy costosa, o puede que necesites un panel de reparación de parabrisas completo.
2. Zona de la batería
El problema es doble cuando se trata de la corrosión en la bandeja de la batería. En primer lugar, las baterías viejas pueden tener fugas y el ácido, una vez derramado y fuera de su recipiente, empieza a corroer la bandeja o plataforma metálica sobre la que se asienta. En segundo lugar, la batería del coche suele estar situada en una zona que puede ser un colector de agua: bajo el panel del salpicadero o en el lateral del compartimento del motor, por encima del paso de rueda, lo que la hace propensa a los ataques de la intemperie y a la falta de limpieza. Afortunadamente, hay recambios disponibles para la mayoría de los modelos, como el VW Escarabajo y la T2, que pueden encontrarse aquí.
3. Puntos de apoyo o elevación
Todos los coches clásicos tienen una zona designada para usar el gato y poder elevar el coche. Lamentablemente, esto se hace a menudo sin el cuidado y la atención debidos. El punto de elevación pierde poco a poco la pintura y el sello protector, dejando el metal expuesto a los elementos. Como no es algo que se revise con frecuencia, el coche podría pasar meses con la sal de la carretera y la humedad alimentando este metal desnudo: en última instancia, la integridad estructural se verá comprimida y el punto de elevación podría fallar. Los puntos de apoyo de repuesto son bastante baratos y relativamente sencillos de instalar.
4. Faldones podridos
Situados debajo de las puertas, los umbrales o faldones laterales son otro punto clásico de corrosión. Al ser una zona expuesta a la suciedad proveniente de las ruedas y la carretera “gracias” a la gran cavidad que suelen tener en su parte interior. Tenga cuidado con las cubiertas o embellecedores de plástico de los umbrales, como las que se encuentran en los modelos Mk2 y Mk3 del Golf GTI y también en el Scirocco Mk2. Adquiera un producto a base de cera para bombear en las cavidades y así mantener sus faldones protegidos, y asegúrese de que se mantienen limpios.
5. Esquinas traseras
La parte posterior del paso de rueda trasero es un punto clave a tratar y cuidar para evitar la corrosión. Toda la suciedad que levantan las ruedas de la carretera se acumula aquí y, en la mayoría de los casos, se deja reposar. Asegúrese de siempre limpiar esa zona con la manguera a presión.
Podríamos haber escrito un libro sobre este tema, ya que es primordial, pero esperamos que este artículo le haya servido para recordarle revisar su clásico o para extremar las precauciones a la hora de adquirir uno nuevo.
Texto tomado de: https://www.heritagepartscentre.com